la vigorexia, un trastorno que sufren aquellas personas que se obsesionan por tener una imagen corporal fuerte, musculosa y con poca grasa; pese a tener una musculatura bien desarrollada, estos individuos muestran una apariencia más bien delgada y frágil.
La vigorexia también recibe el nombre de anorexia invertida, pues estas personas no se privan de la alimentación, sino que se obsesionan con comer una gran cantidad de proteínas e incluso utilizan anabolizantes, que pueden causar efectos secundarios como acné, aumento de glándulas mamarias, caída del cabello, cambios de humor, problemas cardíacos…
Para los vigoréxicos, el ejercicio físico no es sinónimo de salud, sino que lo que buscan es conseguir una estética perfecta sacrificando incluso su bienestar.
Síntomas
- Mirarse constantemente en el espejo y comparar el cuerpo con el de otras personas
- Sentirse débil o poco musculoso, a pesar de estarlo
- Preocuparse excesivamente por la dieta, el entrenamiento y la ingesta de proteínas
- Abusar de sustancias anabólicas o esteroides
- Descuidar otras áreas de la vida, como la familia, el trabajo o los estudios
- Idealización social y cultural del cuerpo masculino y femenino, que puede provocar que algunas personas desarrollen un complejo de inferioridad.
- Problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del afectado.
- Valores y creencias, consecuencia de la cultura de la imagen, que juegan un rol determinante en cómo nos valoramos y cómo nos vemos a nosotros mismos.
- Profundas raíces culturales y publicidad de imágenes de personas atléticas y musculosas como ídolos a seguir.
- Ser hombre
- Ser muy deportista
- Tener una personalidad obsesiva
- Sufrir otro trastorno de la conducta alimentaria
- Necesitar alcanzar un objetivo concreto en el entrenamiento
- Insuficiencia renal o hepática
- Problemas de circulación
- Ansiedad y depresión
- Cáncer de próstata
- Disminución del testículo, que puede interferir en la fertilidad masculina
- Terapia familiar
- Medicamentos
- Cambios en el estilo de vida
- Psicoterapia, como la terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT), la terapia de aceptación o compromiso o la terapia cognitivo conductual (TCC).
- Tener una mejor estima de uno mismo y evitar los estereotipos irreales de belleza y musculación.
- Llevar a cabo un programa de ejercicios supervisados por un entrenador profesional y adaptados a las necesidades y capacidades de cada individuo.
- Realizarse exámenes físicos que determinen el estado de salud y descarten posibles trastornos alimentarios o psicológicos.
- Tener una relación sana con la comida y evitar el consumo de sustancias que alteren el metabolismo o el rendimiento físico.
- Mantener en equilibrio la salud mental y buscar ayuda profesional si se detectan síntomas de obsesión, ansiedad o depresión.
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